Las patas de gallo son arrugas finas que se forman alrededor de los ojos, especialmente en las comisuras externas.

Suelen estar relacionadas con las expresiones faciales repetitivas, como sonreír o entrecerrar los ojos, y tienden a hacerse más visibles con el paso del tiempo debido a la pérdida de elasticidad y colágeno.

Se consideran arrugas dinámicas, ya que aparecen principalmente por la contracción de los músculos faciales.

Diversos factores pueden contribuir a la aparición de las patas de gallo:

• Disminución natural del colágeno y la elastina con la edad: A partir de los 25-30 años, la producción de colágeno y elastina comienza a ralentizarse. Estos dos componentes son fundamentales para mantener la piel firme, elástica y con aspecto joven. Su pérdida progresiva provoca flacidez y la aparición de arrugas como las patas de gallo.

• Movimientos faciales repetitivos: Gestos cotidianos como sonreír, entrecerrar los ojos o fruncir el ceño generan contracciones constantes de los músculos faciales. Con el tiempo, estas contracciones provocan arrugas dinámicas que, si no se cuidan, se convierten en permanentes.

• Exposición al sol sin protección: Los rayos UV degradan el colágeno de la piel y favorecen la formación de radicales libres. Esto acelera el envejecimiento cutáneo, especialmente en zonas expuestas como el contorno de ojos.

• Estrés oxidativo por contaminación y estilo de vida: La contaminación ambiental y la alimentación generan radicales libres, moléculas inestables que dañan las células de la piel y aceleran el envejecimiento.

• Falta de hidratación y cuidados específicos en la zona ocular: El contorno de ojos tiene menos glándulas sebáceas que otras áreas del rostro, lo que lo hace más propenso a la sequedad y la formación de patas de gallo si no se hidrata adecuadamente.

• Hábitos: algunos hábitos reducen la oxigenación celular y disminuyen la calidad de la piel. El tabaco, en particular, contrae los vasos sanguíneos y afecta directamente la producción de colágeno.

• Uso excesivo de pantallas sin protección visual: Pasar muchas horas frente a pantallas puede forzar la vista, causando entrecerramiento de ojos constante, lo que incrementa la aparición de líneas de expresión alrededor de ellos.

El primer signo suele ser la aparición de líneas finas que se marcan al gesticular. Con el tiempo, estas líneas se vuelven permanentes.

Observar el contorno de ojos con buena luz y tacto suave puede ayudarte a detectarlas con antelación.

También es útil observar la piel tras desmaquillarla: si las líneas no desaparecen al relajar el rostro, es señal de que la arruga ya está instaurada.

Prevenir las patas de gallo es posible si se incorporan algunos hábitos saludables:

• Usar protección solar diariamente, incluso en días nublados.

• Hidratar la piel del contorno de ojos con productos específicos, como el contorno de ojos y labios Pro-Colágeno.

• Dormir bien y evitar el estrés.

• Evitar frotarse los ojos y usar gafas de sol para proteger la zona ocular.

• Realizar ejercicios faciales suaves para fortalecer la musculatura periocular.

Cuando las patas de gallo ya son visibles, existen tratamientos cosméticos que ayudan a reducir su apariencia. La constancia es clave, así como elegir fórmulas avanzadas con activos que estimulen la producción de colágeno, con activos reafirmantes y antioxidantes.

Entre las soluciones más completas se encuentran:

• Crema Pro-Colágeno: Nutre intensamente, estimula la síntesis de colágeno y rellena visiblemente las arrugas. Su textura rica es ideal para pieles maduras que buscan confort y eficacia.

• Contorno de ojos y labios Pro-Colágeno: Diseñado específicamente para las zonas más delicadas, como el contorno ocular, ayuda a reducir líneas de expresión y signos de fatiga. Ofrece una acción reafirmante y alisadora, mejorando la apariencia general de la mirada.

• Sérum Pro-Colágeno: Con una alta concentración de principios activos, este sérum mejora la firmeza, aporta elasticidad y redensifica la piel con un efecto lifting progresivo. Ideal para aplicar antes de la crema para potenciar los resultados.

• Rutina Antiarrugas Pro-Colágeno SPF30: Combina el tratamiento antiedad con protección solar, lo que la convierte en una aliada indispensable para el día. Protege frente al fotoenvejecimiento mientras actúa sobre las arrugas.